domingo, 20 de junio de 2010

REUNIÓN DE KIOTO SOBRE MEDIO AMBIENTE (1997).


En ella participaron delegaciones gubernamentales de todo el planeta; los ecologistas evaluaron el evento de “farsa” o “tragedia”, pues allí se mostró la enorme insensibilidad existente con relación al problema. Aún cuando se llegó a un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, las discusiones fueron dramáticas y los compromisos limitados. En el acuerdo se estableció que los 39 países desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones en un 5.2% respecto a los niveles de 1990 y 1995, cosa que ocurrirá entre el 2008 y el 2010 en seis fases. Aunque se fijaron cuotas de reducción por regiones y países, en el propio evento se desarrolló una inadecuada acción de mercado, donde algunas de las naciones – como Estados Unidos -, sobrepasan en gran medida los límites aceptables de emisiones tóxicas, y empezaron a hacer ofrecimientos de compras de posibilidades a naciones que están por debajo de la admisible. Para los ecologistas esto constituye una gran tragedia, pues demuestra insensibilidad y falta de seriedad frente a un problema grave y de enorme riesgo para el planeta. Los principales comediantes fueron los estadounidenses y rusos, interesados en las perspectivas de compraventa. Los primeros, no firmaron el protocolo; los segundos lo hicieron en noviembre de 2004, esto les representó destrucción de tierras fértiles.10.000 millones de dólares de ingreso y el 66% del compromiso mundial; el pacto entró en vigencia en febrero de 2005.

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